miércoles, 8 de diciembre de 2010

Ya soy una mujer sensata



Ya soy… una mujer sensata


Poseo la única certeza de haber nacido en el momento oportuno. ¿Qué por qué? entre otras cosas porque no encuentro rival que me demuestre lo contrario. Mi estructura mental y anarquista, propia de una inmejorable educación indisciplinada, me conduce a una postura que no quisiera que fuese, al menos… aparentemente pesimista. Y para no caer en este error in extremis, citaré algunos pormenores de éste, mi carácter.

Así, a simple vista y como nacido en la estructura de mi persona … el espectáculo sería la palabra clave, entiéndase siempre, según mi acepción sobre dicho término, como algo factible que de tan factible raya lo inverosímil y lo ridículo , por huevos, o sin ellos, debo escribir sobre el mundo del espectáculo, de donde me siento adoptada… partiendo de esta sólida base, pueden… si quieren ustedes…hacerse una idea de lo que supone…escribir sin conocer la técnica, o dirigir sin saber la dirección… claro que… advirtiendo mis entusiásticos ojos lo que advierten…aún tengo cabida en ésta, a mi juicio, completa sociedad artística.

En mi vida casi nada es premeditado. Tampoco mis estudios de Dramaturgia

Desde la lejana infancia hasta hoy día, en la RESAD, “escuela de acción” en la que me posé empujada por una extraña fuerza o por los vientos alisios, yo, que ya soy una mujer sensata… recorro mis días entre héroes, mitos, estructuras, rusos… a veces también…entre bambalinas, perspectivas y espacios invisibles… hechos visibles… y es entonces cuando comprendo… que la mayoría de los días, estoy mejor dentro, que fuera de la escuela.

Y es, en estas idas y venidas donde me suelen ocurrir cosas tan sorprendentes…tanto que termino en no pocas ocasiones, recluida en un rincón de mi cama. Dentro de mi estructura anárquica, yo como todo el mundo tengo dos hemisferios. ¿Qué quieren que les hable de ellos? No. No voy hablar sobre ellos. Eso sí, uno de los dos tiene la osadía de regocijar su interés por todos los descerebrados y descerebradas de la ciudad y entiéndase este término en una forma cariñosa. Para mi hemisferio… siempre ha sido más importante que un desgraciado le diga “cuídate bonita, que la vida es muy bonita” a que un con techo discretamente o no…mire la calidad de sus zapatos.

Esta predilección por ciertas causas, que por tener la costumbre de ser pobres, escupen dentro… en el ascensor… algo que tampoco me cuadra…es por llamarla de alguna forma la síntesis de mi vida fuera del espectáculo… es donde… a ver… cuando el libro que leo no se adapta a mí, y yo a él, aún menos, me voy a dar una vuelta, esto ya lo hacía Larra, seguramente por otros motivos, en uno de sus artículos, pero… como a mí también me ocurre… pues lo cuento.

En esa excursión que me doy por Madrid, por citar alguna ciudad, mis airados ojos no buscan el Fénix de la Gran Vía, ni la majestuosidad de sus edificios, sino que de nuevo una extraña fuerza me dirige la mirada hacía el chico siempre ignorado que reparte publicidad, así que, imagínense… cuando vuelvo a casa suelo sentirme algo más aliviada de lo que salí. Por tanto… yo digo, supongo que porque lo digo yo, que vivir en la ciudad, a mí… no me compensa. Y eso se debe probablemente, a que ya soy… una mujer sensata…

Y una de las cosas, a parte de mis extras como redactora y que de verdad encuentro excitante en la totalidad de mi vida y en mi vida… en su totalidad, es la de ser madre… ser madre es… sin pretensión de pedantería gratuita…conocer el amor …pero ser madre soltera, urbanita y pobre… es… …tan… ¿se entiende pobre como escasez de recursos de algún tipo?… tan… completo…que por supuesto no necesitaría ser modificado, entre otras cosas porque cuando algo o alguien es tan completo que lo comprende todo…

! Qué bien…ya soy… una mujer sensata!

…¿Que pinta Dios en mi vida, o, más bien; yo en la vida de este buen señor? Esto me lo pregunto cuándo por equivocación entro en una iglesia. Definitivamente uno de los dos está fuera de lugar, o quizás los dos, por la compasión con la que nos miran las señoras. Debo arrastrar una cruz o algo así . Lo invisible hecho visible.

Y dejando a un lado los antecedentes y pormenores que atañen mi vida y la de mis hemisferios, y porque hablar de… ¿hombres?... ¿con todo el trabajo que tengo acumulado?…no. No es propio de mí… no Olvido, me digo a mi misma… ya soy… una mujer sensata…

No. no puedo dejar este artículo… al menos sin reflejar , pero sin entrar en detalles…una de las características, pero no la más trascendente de los hombres que han pasado por mi vida ¿Qué no les interesa? ¿De verdad que no queréis saber nada sobre mis amantes? No. Vale.

Yo recuerdo uno de ellos, que no era amante… era instructor medio ambiental, amigo del monte, de los animales, con una barba de chivo acojonado y dientes de conejillo, que me invito a conocer algunas especies dignas de contemplar… yo… que soy una mujer sensata… entendí inmediatamente que se trataba de algún animalito… y accedí—escucha—exclamó barbita de chivo—Sí. Asentí. De repente siento un escalofrío desagradable por mi cuerpo, mis hemisferios se bloquearon, como si de un animal se tratase… comenzó a morder apasionadamente mi cabeza…bueno… no se me había ocurrido nunca… morder la cabeza de alguien… es algo que… nunca estuvo dentro de mis fantasías…eso es todo ¿Qué es una tontería? Si. Mucho más que una tontería. Tienen razón, no voy a perder mi tiempo ni ustedes el suyo…creo que soy una mujer sensata…pero… ¿muerden ustedes las cabezas de sus parejas?...

Me llaman con urgencia de la redacción en la cual, cuando se produce una baja, me avisan para sustituir a esta persona, que nadie conoce, ni siquiera ella misma…

¿Qué debo escribir un artículo sobre la dramaturgia contemporánea? – Esto no es conmigo –exclamé.

¿Es usted osada?... ¿Qué no le importa…?

En absoluto. Digo… que me acaba de entrar otra llamada…

Sí… estoy trabajando…

Bueno señor, quiero decir que me interesa tanto…que encontraré hueco para elaborar una columna que le impresione…


No me hables con esta especie de actitud


Si. Lo que tú digas mi vida…

Olvido… ¿lo has entendido?


Qué te esperes coño… que estoy hablando con mi jefe…

Para mañana

¿Si me diese usted la oportunidad de escribir sobre la ópera, de la cual no tengo ni idea…?


¿Para mañana a las doce de la noche…supongo…?

No. No. Del mediodía… no me jodas Olvido…


Si no sabes de dramaturgia…haz literatura… pero escribe, escribe palabras…

Sí… si pudiera escribir otra cosa… escribiría símbolos, una columna llena de símbolos.

Hablaba por el otro teléfono…


De acuerdo.


No pretendo defraudarle.

¿Cómo?

Lo siento… ¿Algo más para mañana a las doce del mediodía?

Más nada Olvido. Llámame si te surge alguna duda. Pero a ver… a qué horas me llamas.

A la hora que me surja la duda lo más probable.


¿Cómo?

Eres obstinada Olvido, eres obstinada.

¿Yo? … yo ya soy una mujer sensata…

…hasta mañana al mediodía.


Olvido. Estás despedida.

¡Ah…! No sabía que estuviese contratada. ¿No le ha gustado mi artículo? lo he sacado de primera mano.

…es de un surrealismo impropio del periodismo.

Podría haber empezado por ahí…

¿Cómo?

Ya le dije que el teatro no era lo mío…

Claro…y escribe sobre ópera ¿se puede saber… que ópera es ésta? no la oído en mi vida…

Algo de razón hay en ello. Está por concluir…yo…

Concluyamos…concluyamos mañana a las seis.

¡Oh Dios! acabo de perder mi único empleo. Surrealismo…, creo que escribiré un más sensato surrealismo…solo ha sido una pequeña desviación del espectáculo, tampoco tiene tanta importancia, son géneros del teatro… y tan… objetiva que he sido, lo más objetiva, creo… que jamás haya sido en toda mi vida… bueno Olvido no desfallezcas. No.
¡ Y tú… no me hables con esta especie de actitud!


Ya soy… una mujer sensata…


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