jueves, 24 de marzo de 2011

Amor y odio


¿Cómo puedo odiar y amar a la vez a este organismo rugoso? Palabras que se forman, sueños que destruyes. Reconciliación y mentiras. Todas estas se forman en tu interior y construyes al hombre a tu imagen y semejanza.

Un Dios del que aparecen distintos sonidos que nos prohíbe comunicarnos. Nos influye el odio y nos confunde con la dulzura del amor. Eres la bella mujer de rápidos movimientos. Y espero que esos dientes te encierren de por vida ¿Pero qué haría si no existieses? ¿De dónde vendría la música si no pudieras escapar? No te he dejado y ya te extraño. Hablaré contigo, hablaré dentro de un canto, hablaré con distintos sonidos buscando tu amargo sabor del perdón.

Te puedo decir que te amo o que te odio, pero no que te he olvidado. Esa es la única forma que conozco para crear el misterioso acto de recordar con el gusto: La deliciosa y ácida manzana.

Lengua afilada, lengua bípeda, lengua materna. Mecanismo de destrucción masiva y gran forma para amar.

¡Tengan cuidado y no lo olviden: La lengua no muerde!



P. Ugrumov


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