"(...) estancamiento de nuestra escena en el naturalismo. Así para Rafael Cansinos Assens la cultura racional que ofrece el naturalismo llega a desnaturalizar el teatro de su carácter de mistificación y delirio orgiástico, infiíndiéndole cualidades racionales de verosimilitud, hasta convertir la obra escénica en libro:
"El teatro de la naturaleza, aunque parezca una reacción al origen instintivo, en realidad no es sino una rebelión contra lo falso de la escena, un conato racional y lógico. Pero cuando se intenta trasladar el teatro a la zona de la verdad, lo que se hace es negarlo y condenarlo. Porque la esencia del teatro es la ilusión. De esta suerte, el teatro se convierte en un género literario híbrido, que no tiene la belleza tranquila del libro ni la virtud dinámica y patética de los verdaderos espectáculos.""
Fragmento del artículo La crisis teatral de los años 20, de Mar Rebollo Calzada.
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