FRAGMENTOS:
"Me ha fortalecido en una convicción, y es que la flor más alta es la que aparece casi al final, después de no haber cejado nunca en el trabajo, cuando ya evidentemente la fuerza física y toda la gracia de las primeras flores ha desaparecido. La dedicación irrestricta, el respeto inmenso, inmenso –algo que está en Zeami y que es asimilable- hacia lo adquirido, hacia ese bagaje transmitido y puesto a prueba, porque la obra de Zeami es una gran recopilación y una puesta a prueba, eso lo ha probado y lo está probando cada generación. Y yo creo que también en el No se conserva lo más valioso y se va dejando, soltando, lo menos valioso. Zeami es un Stanislavski, un fundador. Es coetáneo de Calderón, prácticamente.
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...ese concepto de Czelaw Milosz, el premio Nobel polaco, que en los ochenta publica un libro extraordinario sobre esa situación de rehén del intelectual lúcido, de rehén irrestricto, de un pensamiento de izquierdas indiscriminado.
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El hecho actoral está determinado por un movimiento básico de la conciencia humana y del ser humano, que no es privativo del teatro, que está en las grandes tradiciones religiosas o de evolución personal. De lo primero que se da uno cuenta es de que el ser humano tiene una tendencia enorme a lo manifestado, lo externo, la presencia del otro. Y tiene de lo que está dentro de sí, de él mismo, muy poca conciencia, muy poca."
(Jose Luis Gómez)
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