martes, 1 de febrero de 2011

Antecrítica

Los lenguajes del silencio
La distancia más corta entre dos puntos es la muerte, escrita y dirigida por Félix Estaire, sube al escenario.
El estreno, que tiene por fecha única, el día 16 de febrero a las 12 horas, en la sala B de la RESAD, genera muchas expectativas। La obra gira en torno a una pareja que ante una desgracia, es incapaz de reconstruir su realidad. Tras tres días de encierro, en un intento por recuperar la comunicación y el equilibrio, estos personajes se despedazan y rearman mutuamente en un viciado círculo sin salida.


El joven dramaturgo Félix Estaire, plantea nuevos retos, problemas y preguntas। “Cuando la desgracia es descomunal a los ojos del ser humano, ¿cómo gestionamos el dolor?”-reflexiona Félix-“Me veo incapaz de gestionar determinadas desgracias, los procesos de escritura son para limpiar y para buscar” afirma.


La distancia más corta entre dos puntos es la muerte, es el primer trabajo en el que Estaire se conjuga como autor y director। La obra parte de unos parámetros de interacción diferida en la que los personajes intentan comunicarse con la verdad, pero no encuentran el camino a seguir hacia esa verdad.



Una puesta experimental


La pieza, interpretada por Ignacio Jiménez e Irene Montes, explora lenguajes divergentes para comunicar el silencio, la omisión y la culpa. La danza y el gesto repetitivo, complementan la partitura de la palabra, en una interacción de distintas calidades expresivas.
“Es un experimento que cabalga en los límites del teatro y la danza”-dice Estaire- “Pretende reflexionar a partir de la palabra, el gesto y el vacío que se produce entre ambas”-apunta।


El autor, que se ha formado ampliamente en danza con Mónica Valenciano e interpretación con José pedro Carrión y John Strasberg, se arriesga con una apuesta que no se queda anclada en un código de actuación determinado, sino que se arroja a la investigación de la mano de sus actores, para hallar un mundo propio donde situar la trama। “Buscaba romper con algo dramáticamente causal” -comenta- “Me gustaba siempre lo fronterizo, lo que cabalga entre una cosa y otra” -afirma el autor.


La concepción del montaje, dotada de diversos tintes en cuanto a fondo y forma, busca lo escénico que hay entre las brechas del texto, entre los vacíos que unen el texto।



ÁNGEL DE AZA

Estreno el 16 de febrero a las 12 horas,en la sala B de la RESAD.

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