sábado, 23 de junio de 2012

Humildad vs Majestuosidad‏




Hamlet vs Medea. De: María Velasco. Dirección: Diego Domínguez. Elenco: Yayo Cáceres, Nuria de Luna, Richard Collins Moore, Sol López, Jorge Mayor, Paula Ruiz López, Elena Lombao, Sergio Milán. Escenografía: Miguel Ruz Iluminación: Juanjo Llorens. Figurinismo: Patricia Novillo-Fretrell. Diseño Sonido: Luis López Segovia. Director Musical: Miguel Magdalena. Coreografía: Maryluz Arcas. Sala Valle Inclán. RESAD.
  
HvsM: Hamlet vs Medea una obra producida dentro de las aulas de la RESAD en la que se pretendió un acercamiento hacia la profesionalidad como resultado final. Una puesta en escena que produjo numerosas expectativas, pero que a final de cuentas entregó disímiles impresiones.
     No hay duda que María Velasco es una de las promesas de la dramaturgia contemporánea del teatro español. Y que poco a poco va consiguiendo notoriedad dentro del medio. Esto se debe a su trabajo y a la búsqueda de un lenguaje que, obra tras obra, va forjando como propio. En HvsM esto se explota con bastante acierto con monólogos ácidos y descripciones cotidianas que en muchas ocasiones se acerca a lo escatológico con un espíritu poético siempre presente.
     La obra nos presenta, en una época actual, a un Hamlet rico y una Medea de un barrio popular español donde cada uno bordea los limites de la locura. Estos personajes, que en muchas escenas pareciera que se interpretan a si mismos, buscan saber cual es su destino. Actúan dentro de lo dramático esperando el momento de que comience la tragedia. Una tragedia donde esperan su expiación.
     La dirección de la obra estuvo a cargo del estudiante de la RESAD Diego Domínguez por el taller de cuarto año de la especialidad de dirección. La puesta en escena, plagada de efectos que buscaban el deslumbramiento del espectador, rozó en todo momento la ambición de demostrar lo aprendido. Olvidando que la imaginación del espectador es algo fundamental para la comunión -para el rito- que se debe de producir dentro del teatro. Así la puesta en escena careció de lo más esperado: un ritmo constante de principio a fin que movilizara al espectador.
     La dirección de actores fue uno de los puntos más altos, pero que se vio limitado por el uso de micrófonos que se acoplaban y producían ruidos no previstos, quitándoles libertad y comodidad dentro de la función. El sonido, trabajado únicamente desde el punto de vista de la dirección, falló en la musicalidad del conjunto del espectáculo. De esta forma el ritmo que debía de mantener en pie las dos historias se vio dificultado, produciendo un rápido agotamiento de los recursos, que concluyo con el decaimiento del resultado final.
     HvsM en su búsqueda del paralelismo y la unión de estas dos grandes figuras del teatro mundial de todos los tiempos, Hamlet y Medea, arrastró consigo una discusión que durante mucho tiempo ha estado presente en el teatro y que no es otra qué para quien se hacen obras: para entendidos o para público común. Muchas de las ficciones que se vivieron en escena se enriquecían con el conocimiento previó de los textos, pero la duda es ¿Funcionaría fuera de un ambiente de pedagogía teatral?
     Quizás lo que le falto a este montaje fue humildad para confiar en una buena historia, quizás se esperaba demasiado de figuras como Hamlet y Medea o quizás siempre se espera algo de los estudiantes que estos nunca alcanzaran, pero sin duda lo que esperamos cada vez que vamos al teatro es sentirnos participes de una acción y que esta nos mueva. 

P. Ugrumov


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