LA PRESA. De: Conor Mcpherson. Traducción:
Joan Sellent. Dirección: Ferran Utzet. Elenco: Montse
Germán, Ramón Vila, Jordi Coromina, Armand Villén y Òscar Intente. Escenografía:
Sebastià Brosa. Vestuario: Maura Nylon. Biblioteca de
Cataluña.
La presa,
es una obra profundamente irlandesa ya que se inspira en las leyendas de
espíritus y espectros propios de la mitología celta. Los personajes comparten
protagonismo con una serie de fantasmas y apariciones que invaden las historias
que los personajes nos explican. Durante toda la obra hay muy poca acción. Por
un lado está Brendan, el dueño del bar, por otro lado algunos clientes que pasan todas las tardes en ese
pub, es su punto de encuentro. Jack, es un mecánico y su ayudante. Son dos
solteros que comentan sus anécdotas entre el whisky y la cerveza. La novedad
del día es que Finbar, un hombre de
negocio, ha alquilado una de sus casas a una extranjera, Valerie, que ha
abandonado Dublín para instalarse en el pueblo. Ella se convertirá en el centro
de atención que junto al alcohol derivará en unas historias sobrenaturales que
cada uno de los personajes irán explicando.
Ferran Utzet
construye unos personajes cercanos, y
nos presenta un pub que es muy reconocible en cualquier lugar. Consigue que las
historias de miedo pierdan intensidad y pasen a ser el relato de la soledad de
sus narradores. El tono es más confesional que no oscuro, en algún caso, como
el de Jim, su historia provoca más risa que miedo. Utzet sabe establecer la
atmósfera y desvelarnos poco a poco, sin estridencias, el carácter de los cinco
personajes por lo que cuentan y lo que callan.
Jack es Ramón Vila, un actor que te ofrece a
los personajes enteros, redondos; te hace ver toda su historia, pasada e
incluso futura. Su monólogo final es una aguja de hielo en el corazón, una
historia de amor imposible. Oscar Intente es Jim y hace una verdadera creación
de un niño. Como si fuese un niño de la Isla de Nunca Jamás que se esfuerza en
comprender un dibujo de una pureza, una comicidad tierna y un encanto hermoso.
El poderoso Finbar es Jordi Coromina. Brendan, es Armand Villén, es el papel
menos agradecido, el único que no cuenta una historia, pero que requiere a un
cómico sobrio, que domine las más difíciles habilidades teatrales: saber mirar
y saber escuchar. Por último, Valerie es Montse Germán, una actriz muy
elegante.
Con esta
obra, nos hemos sentido presos dentro de una biblioteca y la magia de los
libros nos han acompañado durante todo el paseo por el Library pub.
Aleix Serra
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